04 julio, 2006

Declarar Día Internacional de las víctimas de la desinformación

Ana Margarita González y Rafael Hojas Martínez

“Valdría la pena que alguien proponga en Naciones Unidas el Día internacional de las víctimas de la desinformación, porque es un derecho de los seres humanos conocer la verdad, no vivir engañados como viven millones, premeditadamente.”

Así lo consideró Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del Parlamento, en un acto efectuado en Casa de las Américas, en el que Cuba alzó su voz para condenar las violaciones de los derechos humanos que se cometen en el mundo, en ocasión de celebrarse el Día internacional de apoyo a las víctimas de la tortura, dedicado especialmente a los Cinco Héroes cubanos presos en Estados Unidos.

Recordó que pronto se cumplirá un año de que la Corte de Apelaciones de Atlanta anuló la culpabilidad de Los Cinco, y “cuando alguien no es culpable es inocente, según todos los principios del Derecho”.

Se preguntó cuántos norteamericanos han tenido la oportunidad de saber lo que está ocurriendo con Los Cinco, y argumentó que muy pocos, porque no los ven en los grandes medios.

Recordó que el politólogo norteamericano Noam Chomsky dijo alguna vez que el primer paso para implantar un mundo mejor era atravesar las nubes del engaño y las distorsiones, para poder llegar a la verdad del mundo real y organizarse para transformarlo.

Esas nubes son fabricadas deliberada y sistemáticamente por un gobierno que dedica centenares de millones de dólares para lograr mantener su política, hacer la guerra sin justificaciones, encarcelar a gente que no tiene que estar en la cárcel y privarlos de derechos elementales, precisó.

LOS CINCO NO SE LLAMAN JOHNNIE WALKER

Ricardo Alarcón hizo un paralelo entre el caso de Los Cinco y el del llamado talibán norteamericano Johnnie Walker, un joven capturado en Afganistán —uniformado y armado— cuando disparaba contra las tropas de su país, lo que es considerado según las leyes norteamericanas y de cualquier lugar, un acto de traición.

Después de la sentencia, mediante un acuerdo entre el tribunal que lo juzgó y el gobierno de Estados Unidos que lo acusó, está cumpliendo prisión en la ciudad de San Francisco, donde vive su familia, “algo que es correcto, pues toda persona por muy culpable que sea de cualquier crimen tiene el derecho de mantener la comunicación con su familia, y sus familiares no tienen que pagar por algo que no hicieron ellos.

“Pero como ninguno de nuestros compañeros se llama Johnnie, y ninguno fue acusado y condenado por terrorista, sino por todo lo contrario, a ellos se les impone una condena adicional que en sí misma es abominable.

Nada justifica suprimirle a un preso derechos elementales como ser visitado por sus familiares, ni que a los familiares se les impongan malos tratos, que es lo que está pasando en el caso de Los Cinco.”

Alarcón dijo que cada día son más las personas en el mundo que se suman a la denuncia de las injusticias que se cometen contra nuestros hermanos encarcelados, por lo que se está preparando una jornada internacional por su liberación y de denuncia al terrorismo patrocinado por Washington, que se iniciará el 12 de septiembre —cuando se cumplan ocho años de su detención— y terminará el 6 de octubre, coincidiendo con los 30 años de la voladura en pleno vuelo de un avión civil cubano, en Barbados, y también de los asesinatos del ex canciller chileno Orlando Letelier y de la norteamericana Ronny Moffi.

“Quiéranlo o no la verdad terminará por imponerse y la justicia se alcanzará”, dijo Alarcón y puntualizó: “poner fin a la injusticia y a la tortura que sufren los familiares y nuestros compañeros es un deber al que los cubanos no debemos renunciar jamás"