Hoy la situación de mi país es bien diferente a la del año anterir. La crisis económica va cediendo y las mejoras son más visibles hasta para las miradas menos optimistas.
El crecimiento de la economía en un 11,8% se divisa desde la propia mesa del cubano, donde comenzaron a aparecer nuevos productos alimenticios, o desde los agromercados, donde abundan verduras, viandas y granos, que escasearon en los últimos tiempos, fundamentalente como consecuencia de una severa sequía que afectó a las plantaciones durante los últimos tres años.
Otro poco de felicidad llegó también a los hogares con la introducción de nuevos equipos electrodométicos, que si bien son muy viejos en el mercado, por las limitaciones económicas, el cerco que nos continúa tendiendo el gobierno de Estados Unidos y nuestra condición de país del Tercer Mundo, impidieron que contáramos con todos ellos desde antes.
Desde el punto de vista social hay un obstensible mejoramiento de la tecnología para diagnosticar enfermedades y con la introducción de nuevos medicamentos, vacunas..., pero como todo eso es tan común para los cubanos y la educación está garantizada para todos por igual, casi nunca pensamos en esos temas a la hora de vanagloriarnos por la llegada de un nuevo año.
Festejamos por la salud de los campañeros y de la familia, por los logros que aún están por venir y han sido oportunamente anunciados por Fidel, nuestro presidente, o mejor dicho por el Comandante en Jefe como cariñosamente le llama el pueblo. Festejamos por la contundente victoria de Cuba en Naciones Unidas, cuando 182 países estuvieron a nuestro lado para censurar el bloqueo económico, financiero y comercial de la mayor potencia económica del mundo. En fin. bienvenido sea el 2006, nosólo para los cubanos, sino para todos los pueblos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario