26 junio, 2006

Entre el mar y la montaña

anamarg@enet.cu

Cuentan los viajeros que uno de los aterrizajes más peligrosos, pero el más bello de todos, se disfruta en el aeropuerto internacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba. La ciudad emerge entre el mar y la montaña y las operaciones para planear están reservadas a pilotos expertos.
Volando a gran altura es preciso reducir la altitud en poco espacio, por lo que muchos sienten la sensación de amarizar. Desde encima del lomerío de la Sierra Maestra (la más alta del país) se descendiente al nivel mar en instantes.

Llegar a la ciudad por aire es un privilegio y los últimos momentos del vuelo son para el deslumbramiento: el verde opaco de las empinadas montañas (en ellas se encuentra el pico más alto del territorio nacional–el Turquino- a 1400 metros sobre el nivel del mar) se estrella contra el azul intenso del cielo y el mar (la bahía más profunda del país) y una multitud de colores se mezclan en la añeja arquitectura de la ciudad.

En lo adelante sólo verá color, alegría, hospitalidad y cubanía: Santiago de Cuba
se desborda y se afianza como “La tierra caliente y la capital del Caribe”.

UNA DE LAS SIETE PRIMERAS VILLAS
No es casual, que siendo Santiago de Cuba una de las primeras villas fundadas por los españoles en el archipiélago caribeño, conserve aún la que se conoce como la casa más antigua del país: la que habitó el Adelantado Diego Velásquez en el Siglo XVI. Está situada al borde de la Plaza Mayor, como muchas otras de su estilo renacentista, muy cerca de la Santa Basílica Metropolitana, el Ayuntamiento (hoy sede del Gobierno local) y otras edificaciones de alto valor arquitectónico.

Sobresalen en sus paisajes las calles Padre Pico, con su elevada escalinata que se remata en la loma del Intendente, escenario de amor y de guerra; Enramada –otrora camino de procesiones- y Heredia – la que nunca duerme, por sus canciones, el merodeo de sus gentes y su luminosidad.
Espacio reservado para el elogio a la Iglesia Catedral, con sus elevadas torres paralelas, que marca el centro histórico de la villa, al Parque Céspedes y al Morro, antigua fortaleza militar, desde donde se atisban, haciendo contrastes, la ciudad, el mar y el lomerío.

FIESTA DEL FUEGO
Durante dos semanas de cada mes de julio, la Ciudad de Santiago de Cuba, en especial, su Parque Céspedes, se convierten en el escenario de la Fiesta del Fuego. Esta festividad une a las más añejas tradiciones de todos los países del Caribe: música, danza, poesía, artesanías, canciones y hasta lugar ideal para hacer negocios y elevar la integración en esta región geográfica.

Luego, las festividades se prolongan en el Carnaval santiaguero, la otra oportunidad para las tradiciones y las fiestas criollas. De arraigada vocación popular, el carnaval es el origen de la conga y la comparsa, que luego se fueron extendiendo por toda la isla hasta rematar en la actual capital cubana.

Sí, porque en la historia más antigua de las ciudades en Cuba, Santiago fue la capital del país, hasta avanzada la colonia, cuando La Habana ocuparía ese lugar histórico. Sin embargo, no ha surgido una tercera que le quite el puesto a la oriental provincia, que constituye la segunda en importancia económica, política y social de Cuba. En ella habitan más de un millón de personas, que se ocupan de importantes producciones industriales, agropecuarias y textileras.

REGAZO DE HÉROES Y MÁRTIRES
Como una mezcla de historia y arte puede definirse al Cementerio de Santa Efigenia, de Santiago de Cuba. De arquitectura privilegiada y flamantes edificaciones, símbolo del poderío económico de la burguesía local, es este sitio, que acoge en su seno los restos de relevantes personalidades de la nación.

Hay un Panteón erigido a Carlos Manuel de Céspedes –el Padre de la Patria- el primero que libertó a sus esclavos y los convocó a las gestas emancipadoras y
un Mausoleo a la Memoria de José Martí –el Apóstol de Cuba-, que permanece vestido de flores blancas.

Mas, no se puede escribir de Santiago de Cuba, por muy sucinto que se pretenda ser, sin mencionar al otrora Cuartel Moncada –sede de la dictadura militar del gobierno prerrevolucionario- que fue asaltado el 26 de julio de 1953, por un grupo de jóvenes, que encabezaba el abogado Fidel Castro.

La fracasada operación militar fue el preludio de la Revolución, el cuartel se convirtió en escuela y del juicio a los jóvenes asaltantes surgió una frase y una prédica que aún tiene vigencia: La Historia me Absolverá.

13 junio, 2006

Al borde de la perfección

Fotos: Joaquín Hernández Mena

Son las nueve de la mañana y un extraño silencio despierta la curiosidad. Alrededor de 300 personas me rodean, están bien cerca, pero no se ven, no se escuchan. Terminó la cosecha de tabaco, las vegas están desiertas y sólo el trinar de las aves y el batir de las hojas de palma atraen en el paisaje.

Son los predios de la UBPC Batalla de las Guásimas, en San Antonio de los Baños, y nada altera el orden allá adentro, en las casas de cura controlada, en la escogida, en la oficina. Cada trabajador asume su tarea con responsabilidad y ni cuando logras hablar con alguno de ellos deja quieta sus manos o las aparta de la labor.

Esta UBPC completa, como pocas, un ciclo productivo que va desde la siembra del tabaco, la curación y el empaque hasta su venta a la industria.
Por esa razón, sus cooperativistas tienen suficiente contenido de trabajo todo el año, y son los agricultores que hicieron los semilleros, regaron los canteros, cultivaron y cosecharon las hojas, los mismos que ahora se ocupan de las labores conocidas como de la preindustria.

Esa es quizás la mayor ventaja de este colectivo, vanguardia nacional del Sindicato de Trabajadores Tabacaleros desde hace ocho años, y donde el costo por peso de producción es de 50 centavos. Sin verlos trabajar, pudiera parecer increíble el grado de integralidad y a la vez de especialización alcanzado por este colectivo en faenas de tantos detalles y curiosidades.

CON LAS FASES DE LA LUNA

“Cuando uno no tiene motores para regar el agua, tiene que guiarse por la luna”, dice Silvio Cordero, encorvado sobre las hojas y por los muchos años en las labores del tabaco, aprendidas en su natal Mantua. Ahora, aunque en la UBPC aplican las tecnologías más avanzadas para la agricultura, el anciano pronostica los mejores momentos para cada actividad de las campañas.

“Al tabaco hay que hacerle todas las labores a tiempo, si no se ’empala’: regarlo cada siete días, darle tres pases para desbotonarlo, porque el hijo le chupa la fortaleza a la hoja. Aquí hay muy buenas vegas de capa y le aplicamos humus de lombriz para que le dé grasa al tabaco, aunque nunca llega a tener el mismo brillo que el de Pinar del Río, allá influye mucho el suelo.”

Y Santiago Álvarez Pérez, el técnico veguero que ahora está clasificando las hojas en la escogida, sabe que todo cuanto dice Silvio es cierto, por eso “el viejo” es como el consejero de la UBPC.

“El trabajo en la escogida es muy fuerte, trabajamos alrededor de nueve horas diarias, unos sentados casi en la misma posición, otros de pie, pero es posible sobrepasar la norma y contribuir a la economía de la cooperativa y a la individual. Es una labor bien remunerada.”

De ello da fe Dagmaris Cárdenas, quien desde la computadora descifra la economía de esta entidad que logró el pasado año un millón 728 mil pesos de utilidades (el 70% se reparte entre los socios), distribuyó más de 212 mil pesos convertibles a sus socios por los altos rendimientos y la calidad del tabaco, no utiliza créditos bancarios, y que ni siquiera en el año que se le sumaron las tierras y los hombres de una UBPC ineficiente perdió su rentabilidad.

LA PREMISA ES LA CALIDAD

Entre las premisas de la calidad y la educación económica hay una simbiosis, y aunque conllevó mucho esfuerzo hoy los cooperativistas de la Batalla de las Guásimas, asentada sobre las tierras rojas y productivas de La Habana, dominan al detalle los términos de costos, gastos, insumos, reservas, ahorro y beneficios materiales y monetarios.

La asamblea mensual de afiliados es la vía para transmitir la información, es el momento del debate, de plantear insatisfacciones, de trazar las estrategias y los compromisos.

“Lo más difícil es el enfrentamiento diario con tantas tareas y con el personal, aunque sea un ciclo que se repite cada año. El tabaco tiene alrededor de 200 actividades y eso te lleva a hacer cambios todos los días”, precisa Aurelio Reyes Santiesteban, el administrador de la UBPC.

“Tuvimos que cambiar la mentalidad de los hombres y mujeres que integraron la cooperativa, convencerlos de que la UBPC es nuestra, que pasábamos del trabajo asalariado a la obtención de beneficios por todo cuanto hiciéramos, en la medida que fuéramos logrando rentabilidad.

“Era un reto, pues los cooperativistas no creían que podíamos ser rentables dentro de una empresa —la Tabacalera Lázaro Peña— que perdía alrededor de 40 millones de pesos cuando se constituyó la UBPC, en noviembre de 1993. Hoy acopian más de 3 mil 100 quintales de tabaco, más de 7 mil de viandas y hortalizas, 15 mil litros de leche y tienen un módulo pecuario para el autoconsumo.

Obtienen el 35% de capas de exportación en el tabaco que cosechan en 7,5 caballerías, y han creado las condiciones idóneas para evitar robos, hurtos, desviaciones.

“Hay un riguroso control, mediante custodios y un sistema automatizado hoja a hoja, desde que el tabaco entra a la escogida hasta que se hacen los tercios de más de cien libras”, asegura Yakelín Cárdenas, la jefa de calidad.

Los rostros y las voces de la escogida revelan que la mayoría del personal procede de las provincias orientales. Para ellos se han creado las condiciones de albergamiento y alimentación y un régimen de trabajo que les permite disfrutar de vacaciones en sus hogares.

El plan de desarrollo de la UBPC tiene en la mira la construcción de viviendas, pero de inmediato no se resolverán para toda la fuerza de trabajo. Con los recursos de la cooperativa construyeron una casa infantil, que aún está deshabitada, por falta de personal especializado para la atención a los infantes, informó Aurelio.

HOMBRE HABANO

Aurelio Reyes Santiesteban le da vida a la UBPC. La autoridad y el prestigio que tiene en su colectivo y en el sector los ha ganado con su entrega al trabajo, con la superación, por los resultados económicos y productivos de la entidad que administra. Y fue designado Hombre Habano en el 2002, una condición que comparte con expertos y prestigiosas figuras del mundo del tabaco.

Antes del surgimiento de las UBPC en el país, Aurelio era jefe de maquinaria de una granja en la misma Empresa Lázaro Peña, por lo que el trabajo de dirección no le era ajeno, y aplicó mañas y experiencias a su nueva encomienda.

“Al tiempo que se alcanzó la rentabilidad fuimos estabilizando el personal agrícola, el idóneo, e hicimos brigadas especializadas para la siembra, la recolección, la maquinaria; hoy todos saben lo que tienen que hacer.

“Conversar con los trabajadores, explicarles cada paso que damos es una tarea constante, porque a veces no entienden lo fácil que es perder. Una hoja de tabaco en cada planta que sembramos representa alrededor de 280 quintales en el área, y eso al precio que lo vendemos significa 280 mil pesos. Si perdiéramos una sola en cada planta, ya sabes cuánto pierde la UBPC. Tienes que ir al detalle, incluso, de cosas que a veces parecen insignificantes.

08 junio, 2006

Amar a la gente, esa es su herencia


Foto: Agustín Borrego

“Algún día comprenderás como es que por quererte mucho a ti y a todos los niños has dejado de verme en estos meses”. Ese fue el aliento que Lázaro Peña trasmitió a su hija desde el exilio, cuando la vida en la clandestinidad se hizo tan pelifrosa que fue imposible permanecer físicamente a su lado.

Entonces le envió muchas, muchísimas cartas, escritas a lápiz, con una letra menuda y moldeada que la madre conservó y constituyen uno de los tesoros que Aila Peña Roche tendrá para siempre. En ellas le decía: “Lo mejor será que hagas como te dice tu mamita, que sabe aconsejarte muy bien”.

“A través de la correspondencia monitoreaba mi vida. Me pedía que estudiara, que fuera seria, responsable y que cuidara mucho a mi mamá. Me contaba de los lugares a donde iba, de la pobreza; pensaba mucho en Cuba, me pedía que le contara los últimos dichos. Me hablaba en un lenguaje de niña, pero me indicaba el camino, no me mentía.”

Próximo al alumbramiento de su segunda hija, Lázaro había expresado tres deseos: que fuera hembra, naciera el mismo día que la madre —21 de agosto— y se llamara Aida. Los dos primeros se cumplieron, mas la esposa no accedió al tercero, porque en la familia había muchas Aida. “Mi mamá me contó que él se puso muy serio y cuando regresó del trabajo dijo: Está bien, le vamos a poner Aila. Ai de Aida y la de Lázaro, y cuando lo dices suena como a mí me gusta.´ Esa es la historia, mi mamá era muy complaciente y mi papá muy dirigente.”

Los recuerdos de Aila sobre su padre viajan en tres tiempos: a su lado cuando era muy pequeña, luego en el exilio, y después el reencuentro al triunfar la Revolución.“Era muy amoroso, muy preocupado con su ‘pelota’, ‘con su mulata’ como me decía. Le gustaba oírme en medio de esos altibajos de su vida, de las persecuciones, cuando el Partido no estaba legalizado. Adoraba que sacara buenas notas, que estudiara; le gustaba que le leyera y yo por truco, cuando llegaba a un punto y aparte me paraba, para demorarlo más, para que no pudiera irse.

“Era una personal normal, como cualquier otro: enamorado, bebía con los estibadores del puerto, conversaba con la gente. Era jovial, escuchaba con mucha atención; nunca le cortó la idea a nadie, no imponía, era capaz de decirte: tienes razón en esto, pero creo que debemos hacerlo de esta manera, así suavemente lograba que lo entendieran y conformar la mejor idea.

“Sonreía mucho. Me enseñó que una persona gana una discusión si tiene la razón y si es capaz de sonreírse más que su adversario. “Sólo quienes lo conocían bien sabían que estaba irritado cuando le saltaba un poco la rodilla, a él nadie lo sacaba de control.”

Para demostrarlo, Aila cuenta la anécdota del día que lo apresaron en las provincias centrales y lo llevaron al Salto del Hanabanilla. Un militar lo cogió por la camisa en un intento de tirarlo al agua, pero Lázaro se echó a reír a carcajadas. El hombre, muy bravo, lo puso otra vez en el suelo y él le dijo: “Que bueno que me cogiste hoy, porque si hubiera sido ayer la camisa estaba podrida, me hubiera caído y no te hubieras enterado de lo que quieres saber, como tampoco te vas a enterar ahora.

No lo reconocí y empezó a llorar“Cuando regresó del exilio y me dijeron que estaba llegando, salí corriendo, pero me pareció tan grande que ni siquiera pude identificarlo. Te imaginas cuantos años esperándolo mi papá empezó a llorar. Lo importante era que estaba de regreso.

“Todo el amor que tuve para mi padre me lo ayudó a cultivar mi mamá, y todo el respeto que sentí por mi madre se lo debo a mi papá. En eso fueron exquisitos, a pesar de que después de su regreso del exilio se separaron.

“Fue revolucionario en todos los sentidos, pero siempre papá. Su vida estaba muy complicada entonces, y venía aunque fuera a la una de la madrugada, me despertaba y se sentaba en el borde de la cama a conversar conmigo.

“Recuerdo cuando estaban preparando las tesis del XIII Congreso de la CTC, yo trabajaba ya y vino a preguntarme qué dirían mis compañeros de trabajo si le plantearan esto, y me quedé así Le pregunté: ¿Me estás consultando a mí?, y me dijo: ¡pues claro!

“Podía llamar a mi papá a cualquier hora y decirte tengo un problema y quiero hablar contigo. Si no podía venir a la casa me mandaba a buscar, almorzábamos juntos, siempre hubo un papá. “Nunca fue una figura lejana que está en las tribunas."

Lázaro Peña fue elegido dos veces como secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba después del triunfo revolucionario. “La primera vez yo era muy joven, no tengo ningún recuerdo. De cuando organizaban el XIII Congreso sí, ya él estaba enfermo, pero le dedicó todos sus esfuerzos a ese evento, y yo trabajé como traductora, porque él planteó que a los invitados extranjeros les iba a gustar que los traductores, sus acompañantes, surgieran de la masa, de diferentes centros de trabajo.

“Y se hizo un movimiento para captar personas que supieran hablar otros idiomas. Yo era dirigente sindical en el Instituto de Investigaciones Forestales, me preguntaron y dije que sabía inglés. “Me hicieron un examen y un buen día como a las tres de la madrugada mi papá me preguntó por teléfono ´¿qué haces tú en una lista que encontré aquí en la CTC?´ Le respondí que no sabía nada de lista, que estaba dormida, y era que había aprobado.”

Lázaro le comentó a su hija que iba a trabajar con una delegación muy complicada y le dio una oportunidad: ‘Sí te vas a rajar después, rájate ahora’, pero ella sutilmente dejó claro que nunca había visto a un Peña rajado. Fue la primera vez que la licenciada en Biología haría ese tipo de trabajo, que continúo esporádicamente.

Mi papá se me hizo tan grande“Uno siempre quiere a su papá, pero cuando ves que mucha gente también lo quiere, tienes una sensación enorme. Durante su velorio, en el Memorial José Martí, viví increíbles manifestaciones de amor. “Cuando llegamos allí, de madrugada, la Plaza estaba vacía y a las seis de la mañana ya sólo se veían cabezas y más cabecitas, se colmó de gente y el silencio era conmovedor.

“Ví hasta ciegos que pasaban la mano por encima del cristal del féretro, una fila interminable de personas hasta el último minuto del velorio. Y mi papá se me empezó a hacer tan grande.

Empecé a sentir que no iba allí y estaba en toda aquella gente.“Su vida estuvo signada por trabajar por los demás. Era líder, pero no se consideraba una persona central, se sabía ejecutante de un proceso positivo que lo iba a trascender, por eso tenía que entregarle toda la vida.

“Lo recuerdo como una persona que supo dar valores. Me decía que antes de actuar pensara en lo que iba a sentir el otro, que lo virara al revés. Ese tipo de mensaje que te forma, que te hace persona, que te hace amar al prójimo, que te hace repartir amor, ese fue mi papá. Me enseñó a amar a la gente, y eso es lo que tengo de herencia.

02 junio, 2006

La finca multiplicada

anamarg@enet.cu

Fotos Eddy Martin

Cuando Alfonso Roche nació, hacía años que el bisabuelo había repartido sus tierras entre los hermanos. Aun así mantuvo el liderazgo, que se trasmitió de una generación a otra hasta la actual. Ahora el bisnieto encabeza una familia multiplicada y la finca creció tanto que ya tiene medio centenar de caballerías.
En el año 1981, el padre de Alfonso unió sus tierras con las de 14 campesinos de San Antonio de los Baños – las primeras siete caballerías- para constituir la Cooperativa de Producción Agropecuaria Augusto César Sandino, paradigma de un movimiento extendido por toda Cuba para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la campiña y aumentar las producciones agrarias.
Desde la creación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), el 17 de mayo de 1961, los campesinos se organizaron para construir comunidades, escuelas, consultorios, tiendas del pueblo; introducir los adelantos de la ciencia y la técnica, electrificar los poblados, y estudiar.
Agricultura con ciencia
El avance de la agricultura intensiva en la Augusto César Sandino puede adjudicársele también a la cultura y la tradición de sus 189 miembros. La eficiencia y los altos rendimientos son símbolos de esta CPA.
Seis profesionales y 27 técnicos aplican avanzadas tecnologías o producen, en el laboratorio de la cooperativa, los medios biológicos contra plagas y enfermedades de los cultivos. El licenciado en Biofísica, Plácido Ortega, sostiene que la seguridad biológica y la calidad de la producción avalaron la creación de este laboratorio, donde elaboran 20 toneladas de bioproductos anualmente, que también se distribuyen a otros campesinos de la zona.
La búsqueda constante de información y las relaciones con los institutos de investigaciones posibilitan la introducción de técnicas más modernas, para lograr altos rendimientos en las cosechas de papa, zanahoria, remolacha, col, boniato y maíz, por mencionar algunos, y donde en la mayoría de los casos sólo se usan biopesticidas, lo que hace más sanosG a los 150 mil quintales de viandas y hortalizas que cosechan cada año.
La utilización de la maquinaria y el regadío constituyen elementos a favor de las producciones. De las primeras máquinas para irrigar los campos quedan los recuerdos ahora que las eléctricas dominan la geografía de la cooperativa e inciden directamente en el aumento de los rendimientos.
Cinco máquinas de pivote central eléctricas abarcan casi 15 caballerías, y con el agua llevan fertilizantes, plaguicidas y bioplaguicidas que, regados uniformemente y en el momento oportuno, garantizan más calidad y mayores volúmenes de producción.
Otra técnica novedosa se introdujo con el riego por goteo en una caballería donde fomentan la finca de frutales, para diversificar las cosechas y las ofertas a los consumidores de los municipios Cerro y San Antonio de los Baños, destinatarios fundamentales de los productos de esta CPA. En la plantación crecen en armonía aguacates, guayabas, mameyes y frutabombas.
Agricultores y pecuarios
Los cooperativistas de la Sandino son especialistas en cultivar vegetales: sembrar los suelos 2,3 veces, rotar las variedades para aprovechar los residuos de los productos químicos, buscar variedades resistentes y productivas y poner todos los conocimientos en las atenciones culturales son las principales prácticas.
Mas, ahora se propaga la ganadería y aprovechan la experiencia de José Ramón Rivera, un vaquero asentado en estas tierras hace más de 15 años, quien asegura que “cualquiera no puede trabajar con los animales; se necesita mucha consagración, porque aquí no hay días feriados ni de fiesta. Estoy en lo que me gusta y trabajo con amor”.
A la vaquería que funciona en la cooperativa se sumó la ceba de toros. Desde hace menos de un año, 30 animales de la raza cebú se alimentan con plantas de maíz, king grass, caña y los pastos que sobreviven a la sequía en los cuartones, con una ganancia de peso que les posibilitará alcanzar los 500 ó 600 kilogramos, en poco menos de año y medio.
Esta es otra posibilidad de la diversificación de la agricultura, pues en estos momentos acopian unos 180 litros de leche diarios, que se emplean en el autoconsumo de los cooperativistas y el resto se entrega a la industria.
Presidente por elección
Alfonso Roche Álvarez dirige esta CPA desde hace 24 años. Cuando le pregunto qué es lo más difícil para desempeñar con éxito esta responsabilidad responde: “lo más difícil y comprometedor es que los cooperativistas te seleccionen como su presidente.
“Luego, hay que tener vocación y capacidad para darle solución a los problemas que se presentan. Es como en el béisbol, tienes que lograr que las cosas te salgan bien, si no ¿a quién vas a dirigir?
“Para mí no son problemas ni la rentabilidad (el costo por peso producido es de 80 centavos), ni la disciplina, ni el aprovechamiento de la jornada, pero la escasez de recursos materiales y combustibles todavía son una limitante para las producciones agropecuarias, y eso sí es una preocupación.”
RECUADRO
La ANAP es la organización que representa a los cooperativistas y campesinos cubanos en el cumplimiento de la política agraria y de las indicaciones derivadas de las leyes de Reforma Agraria, que eliminaron el desalojo, la explotación, la insalubridad y el desamparo de los hombres de la campiña.
Más de mil 200 comunidades se construyeron para agrupar a los aportadores de tierra, y en la mayoría de ellas hicieron también consultorios, escuelas, círculos sociales, salones de estomatología, salas de video.
El 93% de estos asentamientos están electrificados, en muchos funcionan los servicios telefónicos y se logró levantar viviendas confortables, todo lo cual elevó ostensiblemente el nivel de vida de sus moradores.
Según las informaciones ofrecidas por el licenciado Arturo Aliaga, director jurídico de la ANAP, los beneficios de la seguridad social alcanzan igual a los campesinos que a los trabajadores; más del 70% de los integrantes de la organización tienen 12 grados de escolaridad, y los graduados universitarios y técnicos que pertenecen a las CPA y las CCS son el puntal del desarrollo científico técnico de estas entidades.
El movimiento agroecológico, que lideran los mejores productores, promueve la aplicación de las técnicas más novedosas y formas superiores de cultivo y cuidado de los animales, para incentivar la producción de alimentos, compromiso primero de los campesinos con el pueblo de Cuba.