02 junio, 2006

La finca multiplicada

anamarg@enet.cu

Fotos Eddy Martin

Cuando Alfonso Roche nació, hacía años que el bisabuelo había repartido sus tierras entre los hermanos. Aun así mantuvo el liderazgo, que se trasmitió de una generación a otra hasta la actual. Ahora el bisnieto encabeza una familia multiplicada y la finca creció tanto que ya tiene medio centenar de caballerías.
En el año 1981, el padre de Alfonso unió sus tierras con las de 14 campesinos de San Antonio de los Baños – las primeras siete caballerías- para constituir la Cooperativa de Producción Agropecuaria Augusto César Sandino, paradigma de un movimiento extendido por toda Cuba para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la campiña y aumentar las producciones agrarias.
Desde la creación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), el 17 de mayo de 1961, los campesinos se organizaron para construir comunidades, escuelas, consultorios, tiendas del pueblo; introducir los adelantos de la ciencia y la técnica, electrificar los poblados, y estudiar.
Agricultura con ciencia
El avance de la agricultura intensiva en la Augusto César Sandino puede adjudicársele también a la cultura y la tradición de sus 189 miembros. La eficiencia y los altos rendimientos son símbolos de esta CPA.
Seis profesionales y 27 técnicos aplican avanzadas tecnologías o producen, en el laboratorio de la cooperativa, los medios biológicos contra plagas y enfermedades de los cultivos. El licenciado en Biofísica, Plácido Ortega, sostiene que la seguridad biológica y la calidad de la producción avalaron la creación de este laboratorio, donde elaboran 20 toneladas de bioproductos anualmente, que también se distribuyen a otros campesinos de la zona.
La búsqueda constante de información y las relaciones con los institutos de investigaciones posibilitan la introducción de técnicas más modernas, para lograr altos rendimientos en las cosechas de papa, zanahoria, remolacha, col, boniato y maíz, por mencionar algunos, y donde en la mayoría de los casos sólo se usan biopesticidas, lo que hace más sanosG a los 150 mil quintales de viandas y hortalizas que cosechan cada año.
La utilización de la maquinaria y el regadío constituyen elementos a favor de las producciones. De las primeras máquinas para irrigar los campos quedan los recuerdos ahora que las eléctricas dominan la geografía de la cooperativa e inciden directamente en el aumento de los rendimientos.
Cinco máquinas de pivote central eléctricas abarcan casi 15 caballerías, y con el agua llevan fertilizantes, plaguicidas y bioplaguicidas que, regados uniformemente y en el momento oportuno, garantizan más calidad y mayores volúmenes de producción.
Otra técnica novedosa se introdujo con el riego por goteo en una caballería donde fomentan la finca de frutales, para diversificar las cosechas y las ofertas a los consumidores de los municipios Cerro y San Antonio de los Baños, destinatarios fundamentales de los productos de esta CPA. En la plantación crecen en armonía aguacates, guayabas, mameyes y frutabombas.
Agricultores y pecuarios
Los cooperativistas de la Sandino son especialistas en cultivar vegetales: sembrar los suelos 2,3 veces, rotar las variedades para aprovechar los residuos de los productos químicos, buscar variedades resistentes y productivas y poner todos los conocimientos en las atenciones culturales son las principales prácticas.
Mas, ahora se propaga la ganadería y aprovechan la experiencia de José Ramón Rivera, un vaquero asentado en estas tierras hace más de 15 años, quien asegura que “cualquiera no puede trabajar con los animales; se necesita mucha consagración, porque aquí no hay días feriados ni de fiesta. Estoy en lo que me gusta y trabajo con amor”.
A la vaquería que funciona en la cooperativa se sumó la ceba de toros. Desde hace menos de un año, 30 animales de la raza cebú se alimentan con plantas de maíz, king grass, caña y los pastos que sobreviven a la sequía en los cuartones, con una ganancia de peso que les posibilitará alcanzar los 500 ó 600 kilogramos, en poco menos de año y medio.
Esta es otra posibilidad de la diversificación de la agricultura, pues en estos momentos acopian unos 180 litros de leche diarios, que se emplean en el autoconsumo de los cooperativistas y el resto se entrega a la industria.
Presidente por elección
Alfonso Roche Álvarez dirige esta CPA desde hace 24 años. Cuando le pregunto qué es lo más difícil para desempeñar con éxito esta responsabilidad responde: “lo más difícil y comprometedor es que los cooperativistas te seleccionen como su presidente.
“Luego, hay que tener vocación y capacidad para darle solución a los problemas que se presentan. Es como en el béisbol, tienes que lograr que las cosas te salgan bien, si no ¿a quién vas a dirigir?
“Para mí no son problemas ni la rentabilidad (el costo por peso producido es de 80 centavos), ni la disciplina, ni el aprovechamiento de la jornada, pero la escasez de recursos materiales y combustibles todavía son una limitante para las producciones agropecuarias, y eso sí es una preocupación.”
RECUADRO
La ANAP es la organización que representa a los cooperativistas y campesinos cubanos en el cumplimiento de la política agraria y de las indicaciones derivadas de las leyes de Reforma Agraria, que eliminaron el desalojo, la explotación, la insalubridad y el desamparo de los hombres de la campiña.
Más de mil 200 comunidades se construyeron para agrupar a los aportadores de tierra, y en la mayoría de ellas hicieron también consultorios, escuelas, círculos sociales, salones de estomatología, salas de video.
El 93% de estos asentamientos están electrificados, en muchos funcionan los servicios telefónicos y se logró levantar viviendas confortables, todo lo cual elevó ostensiblemente el nivel de vida de sus moradores.
Según las informaciones ofrecidas por el licenciado Arturo Aliaga, director jurídico de la ANAP, los beneficios de la seguridad social alcanzan igual a los campesinos que a los trabajadores; más del 70% de los integrantes de la organización tienen 12 grados de escolaridad, y los graduados universitarios y técnicos que pertenecen a las CPA y las CCS son el puntal del desarrollo científico técnico de estas entidades.
El movimiento agroecológico, que lideran los mejores productores, promueve la aplicación de las técnicas más novedosas y formas superiores de cultivo y cuidado de los animales, para incentivar la producción de alimentos, compromiso primero de los campesinos con el pueblo de Cuba.

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